jueves, 14 de mayo de 2009

El Papa en Montserrat





Era un día normal de trabajo, me llamó mi jefe para decirme que en la visita que iba a realizar el Papa a Barcelona visitaría el monasterio de la montaña de Montserrat que seria retransmitido en directo por la televisón y que yo junto a otro compañero nos incorporaríamos al equipo habitual de trasmisiones, como refuerzo, por si se producen fallos técnicos .En aquellos días yo estaba especializado en cámaras de vídeo y mi compañero en temas de sonido. Realmente fue una alegría para mi, ya que como técnico de mantenimiento casi nunca salía,y esta seria una oportunidad para conocer otras formas de trabajar.
Unos días antes preparamos todo el material que podía ser necesario así como herramientas etc.Llegó la vigilia del gran día se inicio el montaje de la unidad móvil, enlaces telefonía etc, hacia el mediodía ya estaba casi todo montado solo faltaba hacer las comprobaciones con el control central en sant cugat, por la tarde se probaron todos los equipos, las comunicaciones de ordenes estaban dobladas, por radio y circuitos microfonicos, las cámaras funcionaban perfectamente, en fin todo a la perfección. Pero algo nos iba a complicar la vida y mucho .
Después de cenar dimos un paseo había muy poca gente ya que los accesos se habían cerrado al publico, solo alguna gente joven que había subido la montaña andando por senderos, muy cansada sentados en los rincones y algunos en sacos de dormir descansaban bajo los porches. Mas o menos a esta hora empezó a levantarse una niebla que nada bueno hacia presagiar. Esta noche el jefe técnico de la unidad y nosotros dos teníamos una habitación al lado del monasterio, eramos los únicos del equipo que nos quedamos en la montaña. Con muy buen acierto Gonzalodepedro, el jefe técnico, decidió hechar un ultimo vistazo a los equipos, y viendo que la humedad era muy alta se dejaron las cámaras en marcha y tapadas con fundas impermeables. Empezó una lluvia muy suave casi imperceptible, nos fuimos a dormir, había sido un día intenso, y nos esperaba otro aun mas duro.
Al levantarme lo primero que oí fue un intenso rumor,al mirar por la ventana me di cuenta de que una cantidad ingente de personas estaban por todas partes, y llegaban mas, en autocares que hacían cola para dejar sus pasajeros, realmente era impresionante tanto personal.
Por la mañana se hicieron mas comprobaciones,también había una unidad móvil de telefónica, para ampliar las lineas de comunicaciones . Todo correcto, seguía lloviendo y también soplaba un viento bastante fuerte, los nervios iban en aumento.
Hacia las 13 horas aparece el papamovil, pero vacío, aproximadamente una hora mas tarde llega en autocar el Papa.
Yo estoy dentro de la unidad móvil, lo veo todo atreves de las cámaras ,cámaras de tecnología alemana tipo KCK 40 y por primera vez una cámara autónoma la KCA 100 ,o mejor dicho semi autónoma porque estaba conectada a la unidad móvil por cable.
El Papa se dirige en papamovil del autocar a la basilica, una vez dentro se celebra la Santa Misa, con los cánticos de la escolanía.
Empiezan a fallar cámaras ,corriendo con repuestos acuestas yendo de una a otra, cambiando módulos, sigue lloviendo intensamente, termina la misa, sale el Papa, fallan mas cámaras es casi imposible pasar entre la multitud, tengo que subir a una tarima donde esta otra cámara, al agarrarme para subir me da unos calambres, hay un foco con derivas eléctricas, consigo subir cambio el ultimo modulo que me queda, se me terminan los repuestos .Aunque estoy mojado hasta la medula me quedo ahí. Y es entonces cuando me doy cuenta de que tengo el Papa a escasos dos metros, con su sonrosada sonrisa, bendiciendo a la multitud e irradiando una sensacion de paz . Realmente en ese momento sentí una sensación de tranquilidad y de bienestar.
Fue una trasmisión difícil, debido a la lluvia fallaron todas las cámaras grandes,( KCK40) hacia el final de la trasmisión, solo funcionaba la pequeña, la que se había añadido, la KCA100
fué una experiencia impresionante que siempre recordaré, Fué el 7 de noviembre de 1982